lunes, 3 de marzo de 2014

La Educación es Arte

En los vídeos que pongo al final de esta nueva entrada, Paulo Freire describe con sus palabras una educación subjetiva, no neutral, donde la imparcialidad no existe. Esta idea la desarrolla a lo largo de toda su exposición dejando claro que el proceso educativo está influenciado por el contexto social, cultural, ideológico, político...donde se desarrolla.

De igual forma, habla de una educación interactiva, donde el proceso de enseñar, implica a su vez un proceso de aprendizaje. ES EL CONOCIMIENTO PUESTO EN PRÁCTICA.

Habla de educación participativa, donde todos forman parte del proceso de enseñar y aprender, necesitándose mutuamente tanto educador, como educando, existiendo una interacción entre ambos.

También habla de un proceso democrático, que dependerá mucho de las cualidades del educador, ya que como se hace referencia al principio, la objetividad e imparcialidad no existen. 

La educación, además de ser un proceso racional, debe estar influenciada por los sentimientos, la pasión, los deseos, formando todo esto, parte del proceso de conocer.

La educación no es un proceso aislado, sino que forma parte de un contexto global donde influyen la cultura, las ideas, la política, etc. Parafraseando a Freire: " El punto de partida de la educación está en el contexto cultural, ideológico, político, social de los educandos".

En definitiva, para Paulo Freire LA EDUCACIÓN ES ARTE.

Freire entiende al educador como alguien parcial y subjetivo, y sobre todo, como una parte activa del proceso: enseñar implica siempre aprender. 

Ambas partes se necesitan para culminar con éxito el proceso del aprendizaje. El educador necesita del educando, al igual que el educando necesita del educador. Ambos se educan aunque cada uno desde una parte distinta del proceso. 

El educador ha de tener la cualidad de la humildad, tiene que reconocer cuando desconoce de algo.

Para el educador es importante la razón, pero interactuando con los sentimientos.

Tiene que comprender tanto el acto de enseñar como el acto de aprender. No puedes enseñar a amar si no es amando.

Es muy importante que el educador sepa partir del nivel donde están los educandos: tanto el nivel cultural, ideológico, político... Por eso entiende un educador sensible y artista, ético, respetando los límites de la persona. 

El educador tiene que ser valiente y ser capaz de abrir camino. No es nada sin el grupo. 

Freire entiende a un educador transformador de la realidad: aunque el contexto esté echado a perder, el educador tiene que ser capaz de rehacer este contexto. Por eso entiende al educador como un artista capaz de redibujar el mundo.

Por último, creo que caemos muchas veces en errores que se pueden subsanar, si siguiéramos los pensamientos de Freire. Por ejemplo: Siempre he pensado que no respetamos a otras razas o culturas, queriendo en nuestro trabajo, que se adapten a nuestra forma de vida, sin tener en consideración tal como dice Freire, su cultura, su modo de vida, sus ideologías y creencias. Tal vez si supiéramos partir de su nivel, podríamos conseguir una convivencia más fluida, respetando los límites de cada cultura y no intentando adaptar a ningún colectivo a la nuestra.






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